Pablo continuó viajando de un lugar a otro



Los tres se acostumbraron a la rutina de trabajar durante el día y estudiar juntos por la noche. El sábado, Pablo enseñó en la sinagoga. Un día, Silas y Timothy aparecieron en la tienda. Pablo los saludó con grandes abrazos. Con el pedido de la tienda grande terminado, Pablo podía pasar todo su tiempo predicando a los judíos.

Comentarios

¡Le invitamos a compartir sus ideas con nosotros en los comentarios!

Archivo

Formulario de contacto

Enviar